La conducta adictiva, o de abuso, comienza siendo un comportamiento controlado placentero donde la persona elige cómo, cuánto y cuándo.
En la mayoría de los casos dichas conductas no suelen ser perjudiciales y se hace un uso controlado y racional. Sin embargo, algunas personas, por diferentes variables, llegan a adquirir un patrón de consumo o de comportamiento problemático.
En el inicio del consumo, ya sea de una sustancia o un comportamiento, normalmente se tiene la percepción positiva de los efectos, así como la falsa creencia del control.
El organismo desarrolla una tolerancia, debiéndose elevar la dosis o la frecuencia de la conducta para intentar adquirir los mismos efectos. Hay dos tipos de adicciones:
- Sustancias: alcohol, cannabis, tabaco, cocaína…
- Comportamentales: Juego patológico, compras, móvil…
