Dentro de los ámbitos de intervención psicológica y de la Psicología Clínica existe una gran cantidad de propuestas que pueden utilizarse con diferentes tipos de pacientes y de problemáticas. La oferta es muy variada.
TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL
Una parte de nuestro equipo se basa en la Terapia Cognitivo Conductual, para el abordaje de las diferentes demandas que llegan a nuestro centro.
Se trata de una orientación terapéutica que cuenta con una eficacia científicamente comprobada en diferentes tipos de intervención.
En la Terapia Cognitivo Conductual se trabaja enseñando a reconocer los estilos de pensamiento, conocidos como disfuncionales, que predisponen a llegar a conclusiones poco útiles para el paciente. Para esto es necesario entrenar a la persona para que sea capaz de reflexionar acerca de su propia manera de pensar y plantearse qué puntos son conflictivos y cuáles no lo son. De este modo, se persigue que el paciente tenga más capacidad para cuestionarse las categorías con las que trabaja y detectar patrones típicos de pensamiento que le causan problemas.

PSICODRAMA
Otra parte de nuestro equipo utiliza la Psicoterapia Psicodramática para el abordaje terapéutico.
El Psicodrama utiliza el lenguaje no verbal, la expresión corporal y otras técnicas simbólicas como herramientas de trabajo que invitan a mirar desde otro lugar la propia experiencia, abriendo las puertas de la consciencia y de la espontaneidad, lo que permite encontrar alternativas para el cambio.
A través de la terapia psicodramática la persona vive un proceso de conocimiento y consciencia de sí mismo, así como una apertura hacia los demás y la relación con ellos, logrando alcanzar un crecimiento personal.

TERAPIA SISTÉMICA
Por último, nuestro equipo de trabajo también se basa en la Terapia Sistémica, la cual entiende los problemas desde un marco contextual y se focaliza en comprender y cambiar las dinámicas de las relaciones (familiares, laborales, etc.).
Los roles y los comportamientos de las personas en estos contextos se entienden que están determinados por las reglas tácitas de ese sistema y la interacción entre sus miembros.
El modelo de Terapia Sistémica, ampliamente utilizado en la terapia familiar, observa los fenómenos de manera circular y multicausal, marcada por cómo el comportamiento de un individuo influencia las acciones de otro, que por su parte influye también sobre el primero.
La Terapia Sistémica se caracteriza por ser un enfoque de solución de problemas práctico más que analítico. Se centra en identificar los patrones disfuncionales y cómo se establecen los vínculos entre los grupos de personas (familia, circulo cercano, etc.), para así redirigir los comportamientos directamente.
Los terapeutas sistémicos ayudan a los sistemas a encontrar el equilibrio. El objetivo es abordar de manera práctica los patrones actuales de la relación, en lugar de causas.
